Un legado inconmensurable de la época romana se conserva en perfecto estado en la ciudad del Alcázar.
Agua y granito
He aquí un grandioso monumento romano que atraviesa
la hermosa e histórica ciudad de Segovia. Un acueducto que hoy es el símbolo universal de esta ciudad
castellana.
El Acueducto de Segovia destaca por su sobriedad y enormes proporciones. Desde la cercana Sierra de Guadarrama se trajo el agua del río Frío
para abastecer a la población.
Patrimonio de la Humanidad
El tramo más famoso y el de mayor altura es el de la plaza de Azoguejo.
Allí una hilera de arcos, con sillares de granito y divididos en dos
cuerpos, se conserva en perfecto estado sin cemento ni argamasa que los
mantenga, gracias al equilibrio de fuerzas.
Por encima circula la conducción de agua que idearon los pobladores de Hispania. Dos imágenes cristianas ocupan desde 1520 el lugar del frontis, donde antiguamente figuraba el nombre del arquitecto y dos diosas de la mitología romana.
El Acueducto y la conducción fueron y son una compleja obra de ingeniería.
Las aguas del río Frío atravesaban Segovia desde la carretera de la Granja hasta el antiguo Alcázar,
unas veces a través de canalizaciones sencillas y arquetas en las que
se filtraba el agua, y otras con arcos
sencillos, cisternas, torres y arcos superpuestos, que son los que han
dado fama a esta obra y a esta ciudad Patrimonio de la Humanidad.
Segovia, ciudad medieval
El Acueducto se eleva sobre la monumental Segovia, una antiquísima villa de estructura medieval en la que sobresale su Catedral gótica del siglo XVI y el Alcázar del siglo XII, que parece sacado de un cuento de hadas.
La localidad posee un conjunto románico de los mejores de Europa.
Una ciudad de más de 2.000 años con rincones encantadores donde poder
disfrutar del arte y de su exquisita gastronomía en la que sobresale el
conocido cochinillo asado.
¡Hasta pronto!
Jennifer e Irantzu
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