Considerada una de las ciudades más importantes de toda Bélgica, dicen que quien visita Brujas,
sale embrujado… y te aseguramos que no es para menos. No hay
absolutamente nada igual en el viejo continente, y es por ello que los
habitantes y residentes de esta ciudad belga suelen presumir y mucho de
su tesoro en todos los sentidos. Y no es para menos..
Quienes se deciden a visitar Brujas suelen hacerlo porque a simple
vista, es una ciudad bellísima y con una gran historia que contar, la
cual se remonta siglos y siglos atrás. Efectivamente es así, pero una
vez estás dentro de ella te acabas dando cuenta de que es muchísimo más
de lo que cualquiera se pueda imaginar antes de visitarla.
Gracias a los numeros canales de agua que atraviesan la ciudad, en Brujas los paseos en barca y transporte marítimo
están a la orden del día. Centenares de turistas se suben diariamente a
barcas recreativas y se apuntan a paseos y guías turísticas a través de
las aguas de Brujas. Si echamos un vistazo a algunas de las casas que están a pie de canal
abierto, podemos ver con claridad que muchas de ellas tienen acceso
directo o incluso un pequeño puerto de anclaje.
Brujas ofrece además un gran abanico gastronómico y de alojamiento,
ofreciendo numerosos hoteles y restaurantes para todos los gustos y
niveles económicos distribuidos a lo largo de la ciudad. Eso sí, te
advertimos que en Brujas el clima suele ser algo extremo en pleno
invierno, y la nieve está siempre a la orden del día como tónico
general.
Es un gran destino para visitar en navidades o inicios de año,
así que no te olvides de llevar buena ropa de abrigo. Por el resto… ¡es
una ciudad mágica!
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