A una hora en coche de Múnich y cerca de la población Garmisch-Partenkirchen está el Olimpia Skistadion,
un estadio donde se celebran competiciones de saltos de esquí. Si se
tiene suerte, puede verse a los deportistas entrenando y volando por los
aires.
Desde el Olimpia Skistadion tomamos el sendero en dirección al Forsthaus Grasek,
un hotel-restaurante tradicional bávaro situado en lo alto de la
montaña y al que se accede tras una caminata de una hora. Una parte del sendero discurre por la
garganta de Partnachklamm, un congosto que transcurre entre saltos de agua transformados en haces de carámbanos bastante espectaculares.
El sendero estaba muy bien cuidado y no es nada difícil de seguir. Solo lo cierran durante dos semanas al año y
coincidieron con nuestra visita. Por otro lado, los desprendimientos de
hielo pueden haber plantear algún peligro.
Hay otra manera más fácil y también con mucho
encanto de acceder al refugio de Forsthaus Grasek. A veinte minutos
andando del Olimpia Skistadion y a pocos minutos del inicio del sendero se encuentra el Graseck Seilbahn, este teleférico
de estilo un poco retro pero encantador te lleva hasta lo alto del
refugio en apenas cuatro minutos.
Hotel-restaurante Forsthaus Graseck,
un hotel típico de montaña.
La comida es bastante contundente. Probamos el käsespätzle que es un plato que se compone
básicamente de pasta cocinada con huevo y queso que estaba muy bueno.
El lugar era de ensueño y fue una manera excepcional de empezar nuestro periplo por Baviera.
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